Reseña: El estrecho del Lobo - Olivier Truc

Título: El estrecho del Lobo
Título original: Le détroit du Loup
Autor/a: Olivier Truc
Saga: El último lapón (2/¿?)
Editorial: Destino
ISBN: 9788423349937
Año de edición: 2015
Tapa blanda, 478 págs.

1. El último lapón | 2.El estrecho del Lobo

Gracias a la editorial por el ejemplar. 

En un pequeño pueblo del extremo norte de Laponia, la muerte de un criador de renos en plena transhumancia desentierra una serie de oscuros intereses petroleros que cambiarán, para siempre, el destino de sus habitantes. Klemet Nango y Nina Nansen se harán cargo de una investigación que se convierte en un acontecimiento mediático cuando el alcalde del pueblo es encontrado muerto en un emplazamiento sagrado para la minoría étnica local de los sami. Venganzas, intereses económicos, disputas raciales centenarias y un ritmo vertiginoso se dan la mano en un thriller que recorre los recónditos parajes del Círculo Polar Ártico.

Hace cosa de un año y medio me leí El último lapón, un libro que me sorprendió para bien, ya que no sólo contenía una trama policiaca sino que además me permitió conocer un poco más de cerca la cultura sami y los problemas a los que se ha ido enfrentando su gente a lo largo de la Historia. Así que os podéis imaginar las ganas que le tenía a su segunda parte.

En ella, volvemos a disfrutar de Laponia y de las investigaciones de la patrulla P9 de la policía de los renos, esta vez, durante la primavera, en el momento en el que tiene lugar la trashumancia de los rebaños de renos, que es una de las principales actividades económicas del pueblo sami. Es precisamente durante este acto, cuando el rebaño de un joven pastor, cruza el estrecho del Lobo para ir a los pastos del norte, en la Isla de Hammerfest, cuando ocurre el accidente en el que fallece.

Sin embargo y contra todo pronóstico, algo parece indicar que tal vez no haya sido un accidente, teoría que adquiere mayor fundamento cuando una serie de muertes en la isla parece confirmar las sospechas de la policía de los renos.

Como puede intuirse en un principio, parece que nos vayamos a encontrar una historia muy similar a la ya contada en el primer libro de este autor, y os digo desde ya mismo que no tienen nada que ver, y además pueden leerse de forma independiente (aunque yo recomiendo leerlos en orden si queréis conocer algunos detalles que se mencionan en El estrecho del Lobo).

En este libro me ha dado la sensación de que, aunque vuelve a deleitarnos con ese paisaje exótico y lejano de Laponia, y en este caso, de un lugar en el que la primavera va poco a poco imponiéndose frente a las durísimas condiciones del invierno, hay menos aspectos relacionados con la cultura sami que tanto me fascina, y da una mayor importancia a otros temas, como es el del negocio del buceo en las explotaciones petrolíferas del Ártico y, obviamente, a la resolución de quién está tras los asesinatos.

Es decir, en esta segunda parte se prioriza la trama puramente policiaca frente a la denuncia social y ambiental que hacía en el libro anterior.

Aunque he de reconocer que, por fortuna, mantiene  ligeramente ese trasfondo de crítica hacia la xenofobia y el rechazo al que se ven inmersos los samis por parte de los países de los que forma parte Laponia, ya que hoy en día se está primando la explotación del petróleo en el Ártico frente a las necesidades de mantener al último pueblo aborigen de Europa, así como sus tradiciones y creencias.

El estrecho del Lobo, por otro lado, nos permite conocer un poco más sobre el pasado de Nina, que era algo que quedó pendiente en el primer libro. Así, tenemos de nuevo a la pareja protagonista, Klemet y Nina, que en el caso de este último quizá he echado en falta algo más del carácter que le definía en la primera parte.

También aparecen otros viejos conocidos como el tío de Klemet o la comisaria, y un más que notable número de personajes nuevos. Otra vez me he encontrado en el mismo problema que en el libro anterior, y es que presenta a la gran mayoría de personajes, en sus distintas subtramas al comienzo del libro, con nombres, apellidos e incluso algún que otro apodo (así como nombres repetidos), de forma que cuando vuelven a aparecer en escena es realmente difícil identificarlos a todos y cada uno de ellos, así como recordar qué papel jugaban en la historia.

Por otro lado, este libro se caracteriza por un ritmo bastante pausado en lo que al género al que pertenece se refiere. No hay prisa por desvelar el misterio, antes es necesario poner en situación al lector, que conozca bien el terreno que Klemet y Nina pisan. En sí no me ha molestado, aunque reconozco que había algunas partes que he sentido que avanzaba a duras penas y a trompicones.

En la reseña del libro anterior dije que me había gustado muchísimo que el autor nos dejara ir un paso por delante de los protagonistas y que aun así no se hiciera predecible en ningún momento. Pues bien, en El estrecho del Lobo, o bien me ha pillado con la guardia baja o realmente ha conseguido que en buena parte del libro no supiera por donde venían los tiros. He sospechado de casi todos los personajes, he creado hipótesis que al final no tenían nada que ver y sólo al final, cuando la resolución ya era más que evidente, me he dado cuenta de quién era quién en todo el entramado. No obstante, en mi opinión, ha habido algunas cosas que han quedado un poco en el aire.

La edición no tiene nada en particular y quizá he echado en falta alguna nota del autor al final que explicara hasta qué punto lo que cuenta en este libro sobre el tema del petróleo y el buceo es cierto. Agradezco infinitamente, eso sí, el mapa de Laponia, muy útil para saber a dónde se dirigían los personajes en todo momento si, como yo eres algo nula en lo que a orientación se refiere. Esta ubicación espacio-temporal se completa demás, como en el otro libro, gracias a que cuando el capitulo comienza con un nuevo día, aparece la hora de salida y puesta del sol y la hora en la que transcurre la acción. Sé que puede parecer una tontería, pero ayuda enormemente a saber si es de día o de noche cuando ocurren ciertas cosas, ya que estamos hablando del círculo polar Ártico y, por ejemplo, hay días que no se pone el sol a partir de mayo.

En definitiva, El estrecho del Lobo es una correcta continuación de El último lapón, que ha conseguido sorprenderme hasta el final y que, aunque el autor se centra más en la trama policiaca, ha conseguido trasladarme de nuevo a esas lejanas tierras donde la cultura sami y sus gentes luchan por mantenerse en un mundo plagado de intereses.

Lo mejor: se profundiza en el pasado de algunos personajes, trama interesante e impredecible y crítica social.

Lo peor: ritmo algo lento, dificultad para recordar todos los personajes y sus distintas subtamas en el inicio y escaso desarrollo de ciertos personajes.

Primer capítulo (aquí).

El estrecho del Lobo es la segunda parte de una saga de la que, por el momento, se desconoce si habrá más volúmenes. Hasta ahora, y según la contraportada de este libro, está previsto que la primera parte, El último lapón, sea adaptada al cine en breves. Esta es la sinopsis del libro:

Kautokeino, Laponia central, 10 de enero. Último día de noche polar. El sol, desaparecido cuarenta días atrás, volverá a brillar. Pero de pronto, el pueblo se ve conmocionado por la desaparición de un tambor sami, un misterioso objeto que permitía a los chamanes comunicarse con los muertos, y que había sido recientemente recuperado por un explorador francés. Entre los sospechosos del robo están los componentes de un grupo de extrema derecha que disputan a los sami sus tierras y fundamentalistas que se oponen al revival de su antigua religión. Al mismo tiempo, aparece el cadáver mutilado de un ganadero sami en medio de la tundra que no hace sino complicar el caso. Laponia, ese lugar aparentemente tranquilo, se revelará como una tierra de conflictos, misterios y odios ancestrales.

Klemet Nango y Nina Nansen, miembros del cuerpo de policía especial de los renos, entran a liderar la investigación. Klemet va a jubilarse pronto, mientras que Nina una rubia de la costa sur de Noruega con poco interés por la naturaleza hostil de Laponia. Nadie en Kautokeino parece querer ayudarlos, así que la investigación va a ser larga, en condiciones durísimas, y les revelará hechos mucho más sombríos de lo que podían imaginar, enfrentándolos con un verdadero demonio contemporáneo.

Sé que no tiene que ver de forma estricta con el libro, pero hace no muchos días salió publicado un articulo ("El Ártico se derrite y el mundo se disputa los casquetes") en el que precisamente se mencionan todos esos problemas en los que se basa el libro (el tema del petróleo, los pueblos indígenas y el cambio climático). Si queréis saber más del tema, pinchad sobre el título del mencionado artículo.

¡Nos leemos!